Hay un montón de estudios sobre las relaciones íntimas de los naturales de Galicia; sin embargo, estos estudios han ido quedando un poco en el olvido, porque más que competir entre ellos, a los gallegos les interesa compararse con el resto de habitantes del país, aquellos que han dejado caer sobre ellos (con razón o no, esa es otra cuestión) tal cantidad de mitos sobre su forma de ser y su comportamiento. Y compararse en cuestión de relaciones sexuales parece ser algo importante para ellos.

Y es que las curiosidades sobre el sexo que tenemos los gallegos, en realidad, no nos hacen muy diferentes del resto de los españoles (como, por otra parte es normal, jeje). En general declaramos estar satisfechos con nuestra vida sexual en el sentido de la calidad, aunque en cuestión de cantidad nos gustaría que fuera un poco más extensa; con todo, estamos en el sexto lugar en el ranking de los españoles que más relaciones sexuales semanales mantienen. Aunque es una marca que, por supuesto, estamos muy dispuestos a mejorar, faltaría más.

Según estos mismos estudios, a los nacidos en Galicia nos persigue la misma fantasía erótica principal, y es la de hacer un trío; depende de MHM o HMH si eres hombre o mujer, por supuesto, aunque incluso para aquellos que se declaran homosexuales el sexo en grupo es bastante atractivo. Seguramente porque en nuestra tierra amanece muy temprano y se hace de noche también más pronto, la gran mayoría de nosotros se declara nocturno a la hora de practicar sexo, reconociendo que la noche no nos confunde, sino que nos vuelve mucho más fogosos. Y parece que tienen muy claro que, a pesar de tener una media de relaciones sexuales de dos veces a la semana, quieren que esto pronto aumente de forma firme y regular.

O sea que, en líneas generales, en Galicia nos sentimos satisfechos con nuestra vida sexual. No somos demasiado activos pero tampoco pasivos, nos gusta lo clásico pero no dejamos por eso de buscar innovaciones, y aunque la noche es nuestro momento para el sexo, no estamos en contra de darnos una alegría «pal cuerpo» en cualquier momento del día.